El Biocontrol abarca los métodos de protección de los vegetales por mecanismos naturales utilizados en un marco de la lucha integrada contra los enemigos de los cultivos, y constituye una alternativa creíble y duradera a la utilización de productos pesticidas.
Los mediadores químicos o sustancias semioquímicas (comúnmente denominados feromonas) y sus usos contra las plagas de los cultivos dependen del Biocontrol.
Una feromona es una sustancia naturalmente secretada y emitida en cantidad ínfima por una especie que, cuando es recibida por un individuo de esta especie, provoca una reacción o un comportamiento específico. Constituye una señal olfativa que actúa como un mensajero entre los individuos de la misma especie.
Estas sustancias no nocivas se reproducen en laboratorio por biomimetismo, y permiten luchar contra los insectos devastadores atrayéndolos, perturbándolos o repeliéndolos.
Las feromonas responden a la exigencia ecológica de respetar el medio ambiente y la biodiversidad integrándose en los procedimientos de agroecología fomentados por las autoridades públicas en Europa y el resto del mundo.
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